LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO ANTE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Muy cierto es que la tecnología es un enorme medio por el cual se obtienen cantidades enormes de información, pero ello no quiere decir que la calidad este inmersa en ella, y con esto la interacción entre las tecnologías y los docentes, en beneficio de los educandos, es parte esencial en la educación.

Bien es sabido que esta “era” tecnológica no es aceptada del todo por los docentes que habían adoptado una manera de enseñar, que a fin de cuentas resulta ser anacrónica con este siglo tecnológico. Sin embargo considero que la actitud de los docentes es crucial en estos momentos, la actitud será, a mi parecer, el detonante para el fracaso o el éxito en esta configuración tecnología-docentes-alumnos.

Ahora ¿por qué los docentes no se incorporan a esta interacción con la tecnología? Las respuestas son varias:

·         Resistencia la cambio

·         Desconocimiento del uso de los medios

·         Ver a la computadora como su sustituto

·         Por rutina

·         Se perciben como incompetentes

Y así se podría enumerar más variantes pero en todo caso ¿qué hacer cuando el contexto demanda la utilización de estos medios?

Sin embargo no podemos pensar que la tecnología es la vía del progreso cuando los contenidos siguen siendo los mismos y la didáctica no cambia. En estos casos ¿la tecnología será la vía de progreso?

Por qué no conjuntar todo en paquete: recursos (humanos, monetarios), métodos y técnicas adecuados, contenidos acordes al contexto, capacitaciones a los docentes en cuanto al uso de las tecnologías en la educación, etc.

Por qué no mejor en lugar de obligar a los docentes a adaptarse a esta tecnología se les invita a participar en ella, dejando en claro que ellos son los mediadores y no los sustituidos.

Los incesantes cambios en la sociedad también son temas que se tiene que contemplar y más por hecho que en cada uno de ellos los docentes tienen que hacerle frente y para ello se necesita formarlos integralmente. Como lo menciona el profesor Marcelo (1991) que cuando nos referimos a la formación del profesorado esta tiene que comprender cuatro áreas formativas: científica, pedagógica, práctica y actitudinal. Y claro está que tal formación debe ser permanente ya que los cambios son continuos.

No se puede seguir con las mismas formas de enseñanza en este contexto cuando ya cambio ni se puede pensar como vía de desarrollo a la tecnología cuando las formas de enseñar (métodos, técnicas, contenido) no son adecuadas.